2º de bachillerato E, encargados de velar por el agua y la energía del colegio, se ha puesto en marcha y ha investigado los principales sistemas de iluminación que hay en el colegio. Además de descubrir que gran parte de nuestra energía proviene de paneles solares, hemos visto que el sistema de iluminación de los pasillos de nuestro colegio está dirigido por un sistema de iluminación automático que funciona mediante sensores de movimientos (tiene un detector sensorial), es decir, la luz se enciende sola cuando detecta que hay alguien y se apaga sola cuando ya no detecta movimiento alguno.
Además, dicho sistema está solamente activado por la mañana temprano y por la tarde/noche, no durante el día, cuando no necesitamos esa luz y podemos aprovechar la luz solar. La principal ventaja que proporcionan los sensores instalados es el enorme ahorro de energía y además una gran comodidad, ya que nadie tiene que ir encendiendo y apagando luces cada dos por tres. Esta es una medida también muy efectiva para usarla en casa, sobre todo en el exterior, ya que estos sensores detectan movimiento y podrían advertirte de la presencia de gente indeseable o que se encienda la luz y dicha gente huya rápidamente. Actualmente también existen sensores que permiten detectar el calor y la vibración, además del movimiento ya mencionado.
Consejo: ya que las clases no disponen de dicho sistema, debemos ser responsables y asegurarnos de apagar las luces cuando no nos sean necesarias, ya sea porque podemos aprovechar la luz solar o porque no estamos usando el aula en ese momento.
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