Arte ecológico: un mar de plástico

Como todos sabemos las grandes cantidades de residuos, como el plástico, producidas día a día son cada vez mayores y es necesario tomar medidas para reducir este grave impacto ambiental. Siempre nos han enseñado la conocida regla de "las tres R": reducir, reutlizar y reciclar, pero cada vez son más las nuevas técnicas que se pueden emplear para ayudar un poco a nuestro planeta en este aspecto.

Algunas de ellas son tan originales que han llegado hasta el nivel de llevar los residuos al ámbito artístico. Un grupo de alumnos de 2º de Bachillerato B se propuso darle un nueva e innovadora utlidad a los tapones de las botellas de agua. La idea destaca por su ingenio y simplicidad pues consistía en elaborar un cuadro a base de los tapones de las botellas de agua que habían quedado inutilizadas, para ello recolectaron los tapones de plástico que otros alumnos y profesores ya no utilizaban, los de las botellas que iban a tirar en sus propias casas e incluso aquellos tapones de las botellas que encontraban en los descampados, ayudando en cierta forma a mantener la limpieza en las calles. El cuadro muestra un paisaje marino, concretamente una ola hecha de tapones de plástico, que representa una de las realidades que nuestra sociedad ha contribuido a acrecentar: el mar de plástico, una gigantesca masa de residuos de plástico que por distintas vías han llegado a las aguas de los océanos llegando a ocupar una superficie similar a la de 40 Españas.

 Por ello el significado de esta imagen no es únicamente la intención de reutlizar los "residuos" que ya no usamos, sino también la de movilizar y sensibilizar a las personas ante la terrible realidad que estamos viviendo sin si quiera ser conscientes de ello y que no tardará a afectar a las cadenas tróficas como ya afirman muchos científicos y expertos. Los alumnos de 2º B ya se han concienciado y tratan de transmitir la importancia de reducir el efecto de la acumulación de residuos, si todos contribuimos podemos convertir esta horrible realidad en un mal recuerdo empezando por reducir y reutilizar nuestros residuos, algo tan sencillo y entretenido como hacer un cuadro mediante tapones de botellas puede suponer un pequeño cambio, quizás hasta encontremos cierto placer en ello. Con esfuerzo todo es posible como ya se ha demostrado y es que ¡hasta el plástico también puede convervetirrse en una obra de arte!

Si nos centramos en al arte ecológico como una forma de reducir la contaminación, no solo tenemos el SEK como ejemplo, sino que también se está innovando en esta práctca en otras partes del mundo, como es el caso del grafitero brasileño Alexandre Orion. Los graffiteros arrastran la fama de “ensuciar” las paredes y recintos con sus sprays para pintar sus garabatos. Sin embargo hay una tendencia dentro del movimiento del arte urbano que se hace llamar “reverse graffiti” y que podría traducirse como graffiti inverso: en vez de dibujar pintando lo hacen limpiando, de forma selectiva por supuesto. Sus “lienzos” son las decenas de paredes en la ciudad que están negras de polvo, contaminación y porquería. Y para crear sus composiciones, se han pasado de los botes de spray a los trapos y el jabon. Un buen ejemplo es el muro de calaveras de este artista brasileño. Se llama Alexandre Orion y bautizó su creación en el túnel Max Feffer de Sao Paulo como “Ossario: arte menos contaminado”. Y en su página web  (https://www.google.es/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=Alexandre+Orion o https://vimeo.com/29080991  ) explica todo el movimiento de graffitis a base de “pasar el trapo” con arte que pretende impulsar. Lo curioso es que mientras realizaba esta “pintada”, la policía fue a visitarle. Pero como no estaba haciendo nada ilegal, -no solo no ensuciaba, sino que limpiaba- tuvieron que dejarle tranquilo. Así es como resultó la practica de su inverse grafiti:

  recomendamos este video en el que se aprecia el proceso de limpieza del reverse graffiti: https://www.youtube.com/watch?v=JwsBBIIXT0E