El pasado 7 de noviembre de 2016 se celebró en Marrakech
(Marruecos) una cumbre medioambiental por el cambio climático.
En ella se trataron cuestiones como el hecho de que 2016 haya
sido el año más caluroso registrado hasta ahora, aumentando la temperatura
media con 1,5°C más.
Se congregaron los Jefes de Estado, Gobierno y Delegaciones de
más de 200 países. Estos firmaron un acuerdo con reglas que deberán cumplir
hasta 2018.
ritmo alarmante y si no tomamos medidas urgentes, será imposible mejorarlo.
Un aspecto importante son las reformas que los los gobiernos
han realizado en áreas como tecnología, financiación o adaptación. Sin embargo,
el presidente de EEUU Donald Trump se ha negado a incluir a su país en este
acuerdo.
A pesar del abandono de Estados Unidos, los principales países
del acuerdo han reiterado que seguirán. Así lo han afirmado los europeos,
China, India, Brasil… Esto es lo que se declara en Marrakech, es decir, que el
calentamiento ya es irreversible y que tenemos el deber de erradicarlo a pesar
de todos las dificultades.
Nuestra tarea es construir sobre el impulso global que podemos
observar para reducir este problema por parte tanto de gobiernos como de
organizaciones científicas y económicas.
Esta cumbre es un llamado al máximo compromiso para combatir el
cambio climático,.posicionándolo como prioridad absoluta.
La conferencia de Marrakech marca un punto de inflexión en
nuestro compromiso por unir a todas las comunidades para resolver uno de los
mayores retos de nuestro tipo, y así asegurar a las futuras generaciones un la
existencia de un planeta sano y fuerte.
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